El cambio climático, el efecto invernadero y las sequías que azotan al mundo son cada vez un problema más grave. Nosotros a nivel individual no podemos realizar grandes avances para parar esto pero, si podemos aportar día a día nuestro granito de arena o mejor dicho, nuestra gotita de agua.
El calor por el que nos vemos afectados en verano dispara el consumo de agua, refrescarnos es nuestro principal objetivo y a veces no somos conscientes de las grandes cantidades de agua que gastamos al hacerlo. Hay medidas que podemos tomar a nivel individual para terminar con este problema pero, en ocasiones no es muy cómodo o se olvidan. A menudo se consideran medidas complicadas pero, aquí van una serie de consejos muy sencillos y muy útiles que pueden reducir considerablemente nuestro consumo diario de agua.
- Podemos ahorrar una media de 7 litros diarios de agua sí guardamos botellas de agua en la nevera. De esta manera evitamos dejar el grifo abierto para que corra el agua y salga fría. A veces para llenar un vaso de agua dejamos correr hasta un litro de agua, un litro que se va por el desagüe sin solución alguna. Sin embargo, guardando botellas en la nevera podemos beberla fría directamente o mezclarla con la del grifo.
- Al fregar los platos es conveniente jabonarlos primero con el grifo cerrado y después aclararlos. Al aclararlos es conveniente dejarlos todos en la pila. Así mientras aclaras uno el resto de los platos y vasos se van aclarando poco a poco con el agua que les va cayendo encima. De esta manera podemos ahorrar al día hasta un total de 100 litros de agua diarios, una cantidad que es para tenerla en cuenta.
- Cuando lavamos las frutas y las verduras tendemos a hacerlo debajo del grifo directamente, es mejor hacerlo en un cuenco o en un bol lleno de agua y sumergir las verduras o frutas en el mismo. Nos podemos ahorrar hasta 10 litros de agua con esta sencilla operación.
- Hay que evitar que los grifos goteen, es muy importante vigilar este tipo de cosas en nuestras casas ya que, un grifo que gotea puede llegar a perder la equivalencia de una bañera llena al día. Otro punto importante son las cisternas, existen cisternas de bajo consumo que descargan unos 7 litros de agua en lugar de 10 como las cisternas comunes. Pero, no para todo el mundo es fácil hacerse con una cisterna de bajo consumo cuando su sanitario es prácticamente nuevo. Hay un truco muy viejo y conocido por todo el mundo: meter una botella llena de agua en el interior de la cisterna de 1 litro o de 2. De esa manera ahorramos agua cada vez que damos la bomba.
- Cuando nos aseamos es conveniente cerrar el grifo y abrirlo solo cuando vamos a utilizar el agua. Mientras nos cepillamos los dientes o afeitamos mantenemos el grifo cerrado y de esa manera evitamos que el agua corra innecesariamente, esto supone un ahorro de 10 litros de agua cada vez y cada día entre 30 y 40 litros. Una cantidad a tener en cuenta para simplemente lavarnos los dientes. A la hora de la ducha también se ahorra mucha cantidad de agua, en lugar de tomar baños es más eficaz ducharse. Cambiar las alcachofas de la ducha por unas de flujo reducido nos permite ahorrar hasta la mitad de agua ya que, mezclan el agua con más aire. Hoy en día algunas de las alcachofas de ducha tienen varias posiciones y algunas de ellas cuentan con la opción “eco” que reduce el caudal de agua.
- A la hora de hacer la colada también podemos ahorrar agua. Usando lavadoras de clase A+ se puede ahorrar hasta 140 litros en cada colada. Las lavadoras de categoría energética A+ tienen programas de bajo consumo y selector de carga que usan la cantidad de agua en función de la cantidad de ropa que haya en la lavadora.
- Un último consejo para los que tengan jardín es instalar un sistema por goteo para él que no lo tenga. Regar con manguera no solo es más pesado sino que, se derrocha más agua. Otro detalle es regar al atardecer de esa manera evitamos que se evapore el 20% del agua empleada.
Son una serie de simples consejos que pueden hacer que ahorremos una media de 260 litros de agua diarios. No es ninguna tontería. Vivimos en una sociedad avanzada y no tenemos en cuenta lo privilegiados que somos ni la suerte que tenemos al contar con agua corriente en nuestras casa cuándo en muchas partes del mundo sufren grandes sequías.